Hoy renace
el espíritu aventurero del caminante, un gran grupo se prepara para recorrer los
caminos montañosos que siglos atrás recorrieron los pioneros en busca de oro y
otros productos de exportación.
Los
principales artífices de estas aventuras camineras son los grupos de caminantes
de Colombia, cuya magia aventurera nos lleva a reunirnos cada año en algún lugar
del país para un encuentro ecológico paisajístico de turismo sostenible.
Caminar o andar
a pie es un don.
En el curso
de mi vida he practicado el arte de caminar más que cualquier otro arte.
Al llegar al
verde bosque y escuchar el canto de las aves, el sonido del viento fresco en la
copa de los árboles, ya no puedo quedarme demasiado tiempo sin alegrarme.
Cara a cara
conmigo mismo, me maravillo al ver la belleza y la gloria de la naturaleza, entonces
me apresuro a conquistar las montañas que opacan mi alma.
Caminando cual
camello, como y duermo mientras marcho.
Al vivir tanto
tiempo al aire libre, el sol y el viento sin duda, han endurecido mi carácter,
quizás seamos más sensibles al crecimiento espiritual y moral que al natural.
Confío en
Dios que mis pensamientos sean alumbrados mucho más por las experiencias de la
vida que por las meras teorías; porque cuando camino, no solo lo hago por jardines
y avenidas.
Aún existen caminos
que nos conducen a alguna parte, por donde alguna vez caminamos en busca de crecimiento
y libertad.
La Naturaleza
a diseñado su obra a gran escala, la ha pintado de mil colores. Sus cielos son infinitamente
azules y su aire más puro.
Soy amigo del
bosque, de la pradera y de la noche, en busca de mi horizonte, para no ser esclavo
de los hombres y ser llamado por mi nombre.
El hombre
acumula una miríada de cosas, los almacena y luego, no sabe qué hacer con ellas,
y se da cuenta luego que, se le ha hecho demasiado tarde para dar frutos. Pues sus
vidas son como dulce brisa que sin sentirla pasa, sin sabiduría sin inteligencia.
Los hombres
que se esfuerzan se hacen grandes y sus países libres.
La vida del
hombre sobre la tierra es breve, es necesario aprender a disfrutar el tiempo, no
a resistirlo.
Caminar nos
da paz y mejora la autoestima, eleva la capacidad de asombro y la actitud
frente a las dificultades, agudiza los sentidos y fortalece los valores y las habilidades.
Aquellos que
ya caminaron por las sendas del tigre, del león o de la liebre, por los caminos
de sus ancestros, aprendieron a cuestionar e interpretar su existencia.
Por tales sendas
caminaron los indígenas, las tropas colonizadoras y los extranjeros que comerciaron
con nuestras riquezas.
Transitar
los caminos empedrados que utilizaron los indígenas siglos atrás, nos transporta
a un mundo de cuento, donde se hace posible conocer las tradiciones de los
abuelos, gracias a los campesinos de las veredas que se han puesto en la tarea
de sacarlos a luz, con herramientas como el pico y la pala, la porra y la hachuela.
Un campesino
que solo trabaja bebiendo guarapo, para poder cargar las piedras más pesadas en
la obra, es igual al obrero de hoy, quien solo trabaja bajo los efectos de la
bareta, o un porro.
El camino de
piedra es un sendero frecuentado por los caminantes y los turistas por que los regresa
a sus antiguos lugares y a sus parientes, vivos o muertos, como una extraña presencia.
El acceso a la
naturaleza desde la ciudad en muchos casos se dificulta demasiado, los trancones,
las grandes distancias, la contaminación acelerada y el stress terminan desgastando
el alma humana; lo que hace que acercarse a la naturaleza sea toda una pesadilla,
“el haber estado y no haber disfrutado”.
¿Qué sendero ofrece el paisaje más hermoso,
qué panorama se contempla desde tal o cual promontorio? Intentamos ponerle lazo
y bozal al espíritu aventurero, como deporte o como comercio. Para andar lo que
hace falta son piernas, lo demás es superfluo, porque andar no es un deporte es
libertad en pleno.
Caminando vamos
en busca de sí mismo, de reencontrarse, de liberarse de las viejas alienaciones
para reconquistar el no ser nadie, pero si, un yo auténtico.
El bosque con
quien me encuentro suele enseñarme mucho más que el silencio, al renunciar a tanta
información inútil; periódicos sensacionalistas, redes sociales llenas de
chismes y novedades ilegitimas, de hecho, me lleva al verdadero conocimiento.
Para mí, los
caminos son ante todo una oportunidad de auto realización.
JoseFercho ZamPer.