lunes, 22 de noviembre de 2021

Poesía y naturaleza.

 Todo está dentro de ti.



 La mitad de mi vida se encuentra en medio de la belleza de los paisajes naturales, la otra mitad le estoy buscando en lo profundo y secreto de mi espíritu.

 Los paisajes han dibujado en mi rostro el color de la esperanza, de tanto escalar la montaña y disfrutar su profundidad.

 No te resistas a la obra de Dios, sus paisajes nos levantan el alma sin palabras pues son arte, solo debemos mirar con una nueva mirada.

 Los árboles, las montañas y los caminos nos llevan a un mundo maravilloso y casi sobrenatural llamado “paisaje natural”. Todas las obras de Dios son buenas, ellas nos dan respuesta y explicación a nuestras dudas divinas.

 Fotografiar paisajes es una de mis motivaciones para salir a caminar, no obstante, una fotografía no plasma toda la hermosura del paisaje. Cuando camino solo y contemplo la naturaleza me siento pleno porque sé que, ella no critica ni recrimina mis estados de ánimo.

 La naturaleza humana es la mejor de todas las naturalezas, en ella no hay nada superfluo. Por eso, busco en la humanidad un mejor paisaje, pero con nuevos ojos.

 Todo paisaje tiene su romanticismo, los amaneceres, los atardeceres, las noches de luna y estrelladas, las montañas teñidas de nieve; todos estos paisajes están llenos de sentimientos de enamorados, toda su inmensidad ha llenado de amor mi corazón.

 Hay un paisaje en mi alma cada día, este motiva mi vida con su belleza y alegría, el paisaje que tu creas es tan puro como tú lo decidas, y depende de la forma como lo miras. Este te trae un dulce llanto o una triste alegría, pues, es el amor de tu vida.

 Deja que tu corazón viaje ligero.  

 La hermosura de un paisaje y la pasión que te motiva, no se pueden describir con palabras ni medir con telemetría. Siempre veo paisajes en mis sueños, y soy feliz.

 Cuando salgo a caminar dejo atrás mis problemas, pues camino por diversión, pero con ilusión. Con mi mochila ligera de obligaciones, camino feliz y sin prisa. Me deleito al sentarme a la sombra de un árbol a contemplar la grandeza de la creación. El paisaje le pertenece a la persona que lo observa, pues se crea una conexión espiritual con el paisaje. Somos el reflejo de todo lo que hemos visto.

 Siempre mantengo un romance con los paisajes, ellos son lo mejor de mi alma, por ello viajo para ver la belleza de las almas en otros paisajes.

La sorpresa visual de los paisajes con un suspiro de la historia se disuelve, dejando la Psique humana con dolor de parto. Los paisajes son el reflejo de nuestra forma de ser.

 Las montañas y su paisaje se han convertido en mi mundo real.

Desde el silencio de la noche y el alma entristecida, allí es cuando nace la poesía.

Se manifiesta muchas veces con la hermosura escrita, otras con dolor y furia cuando el mundo nos azota, sin tregua alguna.

 En este mundo trágico, la poesía vivida será capaz de sacarlo del asombro.

La fragilidad de las palabras se enfrentan a la rudeza de las acciones, con la ternura que humaniza sus temores hasta la esencia del hombre.

La poesía es el lenguaje que con el tiempo se convierte en tratado sin cuestionamientos, develando el misterio de la vida.

El poeta habla desde su vientre, sus poemas están llenos de mujeres.


JoseFercho ZamPer