lunes, 29 de abril de 2019

Ruta Socorro - Vuelta Caballo - UIS


Grado de dificultad (1 a 5): Medio Alto (4)
Altitud: Máxima 1.675m Mínima: 1.182m
Distancia: 12.35 km
Duración: 3 horas 30 minutos

Recorrido: Socorro - Vuelta Caballo - Pozo Azul - Oratorio - Uis

Atractivos: zonas agrícolas y ganaderas, clima templado - cálido, extensos cafetales, podemos observar el Socorro desde varios puntos altos, diversidad de fauna y flora.


Se inicia desde el Parque Principal, hasta tomar la vía a Alto de Reinas, una vereda en la zona alta, donde está el embalse Aguilitas que surte agua para el municipio del Socorro.

Hermosos paisajes de montaña, con bellos miradores hacia el municipio, donde podemos admirar aves y especies nativas de bosques.

Durante el recorrido encontramos fincas ganaderas, cafeteras y paneleras.



domingo, 28 de abril de 2019

El sonido de mis pasos al caminar.


Un camino lo es todo, porque nos lleva a donde queremos ir, no se interpone a nuestros deseos, por el contrario, nos proporciona los medios para llegar.      
Le gusta ser visitado por los caminantes, aunque hay muchos que son indiferentes con él, pues solo miran a otros pasar.  

Muchos decidimos caminar bajo el sol y le ponemos ganas a la voluntad, con tal de alejarnos un poco del mundanal ruido y llenar con el verde natural, ese profundo vacío que se va abriendo en nuestro espíritu mientras luchamos nuestras propias batallas por lo material.
En este mundo hay muchos caminos, y un sinfín de misterios nos rodean al caminar, desde el cielo una señal nos guía mostrándonos las trochas por donde debemos pasar.
Después de los primeros pasos, todo va quedando atrás; nuestros problemas y angustias, nuestras penas y demás.

El paisaje es un alivio, a nuestros ojos les da paz, descansa mi cuerpo con las caricias del aire puro al respirar.  
Así se van pasando los días, unas veces son difíciles, no quisiera caminar, pero ya en el camino, mis pies empiezan a andar. Si me salgo del camino, me podría extraviar.
Mi mente hoy está tranquila, mi cuerpo muy sano está, no hay miedos que me dominen, nado en el mar de la tranquilidad.

Cuesta arriba y ritmo lento, mis pulmones se adaptan a la ansiedad, mis pies de plomo se mueven ligeros, mis oídos escuchan las aves volar, de pronto se oye el rugido del viento, mi corazón se acelera queriendo llegar.
Los pasos del otro atrás titubean, la cuesta se empina impidiendo avanzar, la senda se angosta mis pasos son lentos, me aferro a las rocas en el tramo final.

La montaña corono cual noble guerrero, mirando no encuentro a mis compañeros, se han agotado, se quedaron atrás, cada uno a su ritmo avanza ligero, disfrutando el paisaje y su soledad.

Bueno es el camino con el caminante, el bosque espeso refresca mi andar, al observar su belleza en el horizonte, todo bajo el cielo chispea creatividad.
El valle lo cruzan dos ríos ligeros, al fondo se observa su bello caudal, huellas de gaviotas en la arena caliente, senderos formados por árboles gigantes, absorben la luz del sol matinal.
Las sombras anuncian, la hora de llegar.


JoseFercho ZamPer 




viernes, 26 de abril de 2019

Caminata Socorro Macanillo el Castillo

Distancia aprox. 16 Km
Duración 4 horas.
Clasificación Media.

Se inicia desde el CUS, saliendo por parque las mariposas, las colinas a tomar el camino el culebrero rumbo a la villa olímpica.

Se continúa directo por la vía a la escuela la culebra y las palmeras. Tomamos la vía pavimentada por unos 300 ms., hacia el embalse la honda, desviamos hacia la izquierda por el potrero, bajando hasta el embalse y luego salimos al puente de la quebrada la Honda sobre la vía pavimentada.

Tomamos la carretera pavimentada unos 500 Mt aprox., hasta el sitio llamado la orqueta, o la entrada al balneario Guanani. Subimos por esta vía hasta la escuela de verdín, aquí tomamos hacia la derecha hasta llegar a la carretera que baja de la vereda “árbol solo” a Macanillo, y volteaos por la derecha hacia dicho lugar.

Tomamos la carretera a palmas del Socorro, a un 1 kilómetro desviamos a mano izquierda hasta subir al castillo, luego nos regresamos al macanillo.


lunes, 8 de abril de 2019

Encuentro Nacional de Caminantes 2015.

Tibasosa Boyacá
Junio 12 al 15

Aquel día, cuando me informaron sobre el encuentro nacional de caminantes, me alegré mucho, ahí mismito dije, yo voy, yo voy.

Era la primera vez que asistía a uno de ellos, y me decidí por varias razones: quedaba cerca de Sogamoso donde vive mi “casi suegra” o “casi pariente”, y porque en Boyacá los paisajes son bellos, hermosos y fríos.

Bueno, arrancamos del Socorro el jueves 11 en la tarde, para llegar en la noche.

Primer día, el cerro de Guática o de las antenas.
El viernes, bien madrugados llegamos al parque de Tibasosa, a las 7 am salimos a nuestra primera caminata, rumbo Guática o cerro de las antenas, ida y regreso. Realmente fue una experiencia hermosa, caminar por una carretera bastante pendiente, luego coger unos caminos por donde no pasa casi nadie, todo enmontado y áspero.

Llegamos a una pileta redonda y bastante grande, donde antes era la lavandería expres de aquella población. Allí descansamos un rato, estuve hablando con un chileno que anda de vagancia por Colombia, el cual me dijo en voz baja que chile no ganaría la copa américa, aunque eso lo sabemos todos.

Las montañas de ese sector son bastante áridas, casi desérticas. Dicen los habitantes de por allá que es culpa de los pinos, eucaliptos y demás árboles extranjeros que han sembrado por allí, que ellos han acabado con el agua, y secan la tierra, razón por la cual los quieren desterrar de esos lados. Lo raro es que todas las regiones que se ven desde dichas montañas se ven igual de peladas.

Poco a poco se anda lejos, dice mi madre, y así fue como llegamos al cerro, pues si se corre no se llega. Desde allí pudimos ver medio mundo: Sogamoso, Duitama, Tibasosa, y un resto más de pueblos, que ni me acuerdo del nombre.

Al rato de estar allá, se nos vino una fuerte brisa con agua y un frío mucho lo arrecho, mano. Nos tocó salir en pela de esa loma, porque de lo contrario nos congela la mollera.
Algo extraño para mí, es que por allá no se ve casi nadie en el campo, como quien dice, no hay campesinos como en mi tierra. Tal cual finca tiene vivienda habitada, casi todas se están cayendo. Me dicen que las gentes no tienen como hacer producir las tierras y por eso se bajan pal pueblo a rebuscarse el mecato por allá.

Nos descolgamos por entre unas marañas de bosque nativo, el cual casi no deja caminar y sí nos espinan y arañan los pies y manos.

Algunos caminantes se atrasaron lo suficiente como para desubicarse del sendero que seguíamos y nos tocó esperar bastante tiempo, al cabo de un resto de minutos, más de 30, nos informaron que se habían devuelto y bajaron por la carretera hacia el pueblo. Lo rico del regreso es que, bajando, las piedras ruedan, y varios de los caminantes así lo hicieron, hasta yo me fui de bruces por estar mirando para atrás. Pero como dicen por ahí, todo está incluido en el paseo.

Ya al regresar y después de tomar una cantidad apreciable de fotos, una señora me pidió
que nos tomáramos una foto pal recuerdo, y bueno, tocó.

Ya en la tarde noche vino el desfile inaugural del encuentro, por las calles del pueblo, realmente estuvo bonito, paqué. La gente del pueblo nos preguntaba, ¿de dónde vienen? Y al contestar nos animaban, y decían conocer nuestro municipio, y echaban vivas al pueblo.

Todo esto terminó en el parque, en medio de aplausos y bienvenidas. Luego de eso a
dormir pues había que madrugar arto, al otro día.

Segundo día, Páramo de Oseta, en Monguí.
Comenzando el día, nos levantamos más temprano de lo acostumbrado, nos alistamos y salimos de Sogamoso, lugar de hospedaje, y llegamos antes de las 5 am a Tibasosa. Por allí no había casi nadie, mucho menos carros para transportarnos hasta Monguí, el lugar de inicio del ascenso. Estaba lloviznando y todavía no estaba el tinto.

Vaya experiencia, como no fui informado a tiempo, y tampoco pensé sobre lo que es un páramo, no llevé ropas apropiadas pal frio, y casi se me congelan las tibias, ha bárbaro.
Salimos a las 6 am de Tibasosa, rumbo a Monguí, allí tomamos caldo bien caliente, hicimos calentamiento y salimos pal monte a las 8 am. Mi abrigo era una bolsa plástica abierta para cubrirme la espalda. Subiendo la montaña la cosa mejoró, además de lloviznar, hacía una ventisca tal, que me voló lejos el sombrero, varias veces. Aun así, me dediqué a tomar fotos del pueblo y de los árboles y demás cosas que veía por la montaña.

Por allí los paisajes son bastante distintos a mi tierra, además de fríos, los pocos árboles que vi, eran pinos y eucaliptos, lo demás es vegetación nativa del páramo. Al llegar a un pico alto se podía observar la vasta región montañosa, a muchos kilómetros a la redonda.

Con la lluvia y el ventarrón que hacían, tenía congeladas las manos y casi no podía respirar, pues por la velocidad del aire, el oxígeno no se dejaba atrapar por mi nariz, además de que la tenía tan tapada con un trapo, ya que se me estaba congelando el estómago y los pulmones. Al cabo de un tiempo y después de una carrera por coger la delantera, me tuve que parar al lado de una piedra grande, para resguardarme del viento y así evitar que me llevara con él, pues en varias ocasiones estuvo a punto de jondearme al piso.

Ya junto al grupo de caminantes, me calenté un poco y comimos algo, pero estaba tan frío el mecato, que se me enfrió el estómago por completo, gracias a Dios al rato amainó la lluvia y se calentó un tris la loma.



Pudimos subir hasta el pico más alto, desde donde se observa la laguna negra, aunque con tanta niebla casi no la vemos. Solo a raticos, aun así, pude tomar un par de fotos de ella. Pero vaya paisajes, realmente es algo inhóspitamente habitado, y extrañamente hermoso.

No se definir realmente la belleza de un páramo, pues si me descuido me mata, pero si lo descuido lo mato. Debo caminar con pies de plomo, por allí, como pisando huevos. Es tan asombroso ese rústico paisaje, que me dejó anonadado, o como decimos los campesinos, boquiabierto.

Son montañas de piedra tan grandes que parecen una ciudad de edificios gigantes, y sus calles son muy parecidas a las de Bogotá, llena de huecos, por eso lo de caminar con cuidado.

Ya saliendo de ciudad perdida, comenzamos a bajar por unos potreros llenos de charcos, pero mucho más suave, el viento se quedaba atrapado arriba en la montaña, era poco el que podía bajar. El baquiano que nos guiaba resulto ser chistoso, hablamos carreta y echamos algunas coplas, hubo algunos que versaron y recitaron poemas de Julio Flores y otros personajes de las regiones de cada visitante, como quien dice; hubo un rato de tertulia para calentarnos un poco, a falta de bebidas calientes, al menos la lengua calentamos.

Ya bien abajo, y cuando llegamos a una carretera, los más afanados por llegar al pueblo salimos en pela con la intención de llegar a comer algo pues nos esperaban a las 3 pm para salir de Monguí, y ya eran casi las 4 de la tarde.

En resumidas cuentas, el paseo fue una maravilla, llegamos todos sanos y salvos, cansados y alegres, embarrados, mojados y retostados por el frío.

Salió todo como lo habían pronosticado los organizadores, justo a tiempo, y a sus horas. Lástima una vaina, dijo don José, el baquiano, “ahora la gente se escandaliza porque uno hecha chistes y coplas groseras, las de nuestros ancestros, pero a cambio bailan, cantan y promueven el regeton.

Regeton significado = que repite y repite con esa geta tan grande o grosera.
Re = Prefijo que unido a verbos denota repetición.
Geton = Significado de Geton en Venezuela, persona con la boca grande, labios grandes,
madre geta tiene.

Ahora sí, al bus y para la casita a bañarse, comer y descansar.

Tercer día, al patio de las brujas.
Cuenta la historia que hace ya mucho tiempo... existía una mujer que compraba y vendía
lana, pero su gramera electrónica estaba alterada, usaba piedras embrujadas para enloquecerla, por lo cual siempre le daba en la cabeza a los clientes. Razón por la cual la gente se quejaba y le alegaba, le decían… Vieja ladrona, vieja bruja... pero ella siempre
salía ganando.
Al cabo de los años murió la cuchita, lo extraño era que, al otro día de sepultarla, aparecía por fuera del roto. Así trascurrieron unos ocho días, la enterraban y ella se salía, la gente del pueblo toda asustada hablaron con el cura y este mandó que la llevaran bien lejos del pueblo y la echaran al abismo más profundo que hallaran, y así lo hicieron.
  

Dicen que la veían colgada de las trenzas de una loma a la otra, y los chulos se paraban en las trenzas.

Pero a mí me contó una fuente fidedigna que dicho nombre viene del hecho de que allá se reunían las mujeres de la zona para armar parrando mientras sus esposos echaban mocho y machete para cultivar la tierra. Y que, desde lo lejos, ellos las veían y se decían, compa, mire allá están las brujas en su patio parrandeando y gozando, mientras nosotros nos jodemos trabajando.

Vale la pena recordar que esto es algo así como un mito o leyenda, pero vaya usted a
saber….
El domingo nos volvimos a encontrar en el parque de Tibasosa, para el último recorrido de la jornada, hicimos calentamiento hasta recalentarnos, luego salimos a trepar la loma, por un lado, distinto al del cerro las antenas, aunque se divisaba desde todos lados.

La mañana estaba soleada y calurosita, sabrosa para mirar de lejos y tomar fotos y agua.
Esta caminata fue más rápida que las anteriores, tanto por el camino a recorrer como por los caminantes, ligeramente más jóvenes y rápidos que en las anteriores rutas. Tanto que el guía dijo que camináramos y en tal punto parábamos a esperar al resto.

Subiendo, todo bien, el mismo pueblo, el mismo paisaje de la primera caminata. Ya en la loma alta, cambio el panorama, se veían cultivos de trigo, alpiste, quinua, arveja, hasta
pájaros encontramos.

Paramos en una tienda donde la abuela del guía, allí tomamos agua de panela con queso,
tinto y jugo de orange, lo que no encontramos en el páramo de Oseta. “Allá sí que hizo
falta la abuelita”.

De allí bajamos un resto de desfiladeros y barzales, hasta el patio de las brujas. Donde no hay ni patio, mucho menos brujas. Solamente las que llevo el guía para vender como
recuerdos o suvenir.

Lo que si hay bastante son abismos y bien profundos, si uno no se tiene bien duro del
garrote de caminante, o de la maleza, se puede ir de ñatas abajo. Después de este lugar tan agreste y desolado, nos devolvimos hasta otra loma donde ya hallamos civilización, después de unas 4 horas de recorrido hasta ese punto, salimos a la carretera veredal y lo mismo que el día anterior, salimos en pela pal pueblo en busca del mecato y así poder salir temprano para la casa a descansar.

En la entrada a Tibasosa, nos esperaba un dron, grabando a los caminantes para el video
oficial. Ya en el parque terminó todo.

Agradecimientos a toda la gente de Tibasosa, Monguí, Sogamoso y demás poblaciones
vecinas por su enruanado afecto y gran acogida durante el evento.

Y, a mí “casi suegra, o casi pariente” muchas más gracias todavía.

Posdata.
A todos los caminantes, principalmente a las paisitas, les ruego, suplico y pido que
me perdonen todo lo que les dije, porque yo ya las perdoné.

De ustedes, muy agradecido.
JoseFerchoZamPer.
Bogotá, junio 16 de 2015, 4:36 pm.