lunes, 17 de abril de 2023

Santander y sus Caminos

 Mi experiencia con el libro 

Generación de un diagnóstico de la situación actual de los caminos históricos de Santander


El sábado 15 de abril, tuve el agrado de participar en el lanzamiento del libro digital Titulado;

Generación de un diagnóstico de la situación actual de los caminos históricos de Santander.

En la hermosa y siempre ponderada ciudad de Barichara Santander, por ser "El pueblo más lindo de Colombia", y Monumento Nacional.

Este libro fue escrito por los señores: Edwin Gómez Serrano, Víctor Guillermo Sarmiento Prada, Alex Garzón Contreras y Gilberto Camargo Amorocho; quienes se han propuesto como meta dar a conocer la memoria histórica en nuestro Departamento, a través de sus caminos. Mi gratitud con ellos.

Este es un evento de gran importancia para los caminantes del país, se espera que en la medida en que se restauren más y mejor nuestros caminos reales, ancestrales y de herradura, podamos echar pata ventiada y sin restricciones por nuestro departamento de Santander, con toda confianza y comodidad.

 Reabriendo los caminos.

Todo nuestro país es un gran destino turístico de caminería, debido a la ubicación geográfica privilegiada que se evidencia en su biodiversidad y en una gran variedad climática que lo hace todo un paraíso natural. Nuestra riqueza paisajística, arquitectónica y cultural, antiguos caminos coloniales, y la amabilidad de su gente, nos hacen únicos.

 Mi anhelo es poder un día salir, bien sea solo o acompañado, a recorrer Santander por sus caminos ya restaurados y con sitios geniales en donde pasar la noche y descansar. Además de tertuliar con la gente cálida y amable de cada lugar a donde vayamos, y observar el verde de las montañas, el colorido de las aves que desfilan a lo largo de nuestros recorridos, para alegrarnos la vida. Eso es lo mejor para quienes salimos a caminar al aire libre.

 Los agüeros, los mitos y las leyendas hacen parte de la cultura colombiana, los diablos, las brujas y demas espantos hacen parte del acervo cultural e historia de los pueblos por donde caminamos cada día.

 Nuestras cordilleras nos regalan un paisaje bastante quebrado y variados pisos térmicos, ríos y quebradas adornan las montañas y los valles con sus brillantes aguas. Por allí podemos respirar litros y litros de aire puro, tonificar los músculos, aliviar las dolencias del cuerpo y del alma, fortalecer las articulaciones y relajar el espíritu.

 Camino a Guane.

 Desde Barichara salimos a Guane por un camino tan genial que, parece que por allí no pasa el tiempo. Da la impresión de que caminamos por el pasado, pues durante varios siglos sigue siendo el mismo camino, sin modificaciones. Pareciera también que la gente de aquella época antigua es la misma que vive en estos campos a orillas del camino. 

 Durante todo el trayecto se ven cercas de piedra que resguardan el camino y lo mantiene a raya para que nadie lo saque de su curso natural.

 Con una distancia aproximada de 5,5 kilómetros de recorrido podemos encontrarnos con diversas gentes, desde nativos hasta extranjeros, sobre todo en fines de semana porque entre semana casi nadie lo recorre.

 En todo el recorrido podemos observar abundante naturaleza nativa, donde las cabras suelen pastear, tal cual casa a los costados del camino dan cuenta de que aún hay alguien en casa.  

 En Guane sencillamente el tiempo no ha transcurrido, este pueblito es el mismo en que 1605 se estableciera allí la Cofradía de la Natividad de la Santísima Virgen. Es todo un Museo Paleontológico y Arqueológico.

 En una tienda hay un cartel que dice «No tomes viagra, tome leche de cabra».

 Caminar o andar a pie es un don, el cual he practicado más que cualquier otro.

 Cara a cara conmigo mismo, me maravillo al ver la belleza y la gloria de la naturaleza, entonces me apresuro a conquistar las montañas que opacan mi alma.

 Aún existen caminos que nos conducen a alguna parte, por donde alguna vez caminamos en busca de crecimiento y libertad. 

 Los hombres que se esfuerzan se hacen grandes y sus países libres.

 Transitar los caminos empedrados que utilizaron los indígenas siglos atrás, nos transporta a un mundo de cuento, donde se hace posible conocer las tradiciones de los abuelos, gracias a los campesinos de las veredas que se han puesto en la tarea de sacarlos a luz, con herramientas como el pico y la pala, la porra y la hachuela.

 El camino de piedra es un sendero frecuentado por caminantes y turistas porque nos regresa a antiguos lugares y nos evoca a nuestros parientes, vivos o muertos, según existan en nuestra conciencia.

 Caminando vamos en busca de uno mismo, para reencontrarnos y liberarnos de las viejas alienaciones que nos hacían sentir como un “don nadie”, por no poseer un yo auténtico.

 Para mí, los caminos son ante todo una oportunidad de auto realización. Y como lo dice en el libro en mención, el cual seguiré leyendo; yo también quiero seguir caminando.

 Porque, Caminar es…

La primera cosa que un niño quiere hacer y la última que una persona mayor desea renunciar.

Caminar es el ejercicio que no necesita tener gimnasio, es la prescripción sin medicina, el control de peso sin dieta, y el cosmético que no puede encontrarse en una farmacia.

Es el tranquilizante sin pastillas, la terapia sin un psicoanalista, y el ocio que no cuesta un céntimo. Y, además, no contamina, consume pocos recursos naturales y es altamente eficiente.

Caminar es conveniente, no necesita equipamiento especial, es autorregulable e intrínsecamente seguro.

Caminar es tan natural como respirar.

John Butcher, Fundador del Walk21, 1999 Carta Internacional

 

JoseFercho ZamPer.