Para mi es muy agradable salir a
caminar con un pequeño grupo de amigos, es toda una terapia de liberación del estrés
que se acumula durante la semana de tanto hacer “nada”.
Durante este tiempo de “pandemia”,
salir a caminar lejos se ha complicado un resto; debido a; el transporte, las
aglomeraciones, las normas o restricciones y otros demonios más.
Gracias a Dios y al hecho de que
se habla ya de la vacuna contra el covid19, le gente se ha ido relajando un
poco, y se han permitido salir de sus guaridas a un grupo pequeño de personas
a caminar, lo mismo que tomar el trasporte. Esto me animó a retomar de cuando
en vez las caminatas mayores de 10 km, por lo que pude volver a hacer el
recorrido desde El Socorro hasta Simacota pasando por la quebrada Cinco mil,
subiendo por el sitio por donde baja la tubería del acueducto que trae el
precioso líquido a nuestro maravilloso pueblito de mis cuitas.
En verdad que fue un gran
recorrido, todo estuvo a nuestro favor; un clima fresco y seco, unos compañeros
animosos y camineros, buena comida y muy buen humor.
Un muy buen camino subiendo desde
la escuela de la vereda Cinco mil, hasta la vereda Santa Ana de Flores, por allí
se pone a prueba todo el cuerpo; los pulmones, el corazón, las piernas y los
ojos, para admirar tanta belleza natural.
Soy un hombre muy bendecido por
contar con amigos y compañeros de andanzas tan geniales y generosos, espero
continuar por muchos años más con estos paseos sabrosos y saludables.
Muy agradecido.
JoseFercho ZamPer
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