Un camino lo es todo,
porque nos lleva a donde queremos ir, no se interpone a nuestros deseos, por el
contrario, nos proporciona los medios para llegar.
Le gusta ser visitado por los
caminantes, aunque hay muchos que son indiferentes con él, pues solo miran a
otros pasar.
Muchos decidimos caminar
bajo el sol y le ponemos ganas a la voluntad, con tal de alejarnos un poco del mundanal
ruido y llenar con el verde natural, ese profundo vacío que se va abriendo en
nuestro espíritu mientras luchamos nuestras propias batallas por lo material.
En este mundo hay muchos caminos,
y un sinfín de misterios nos rodean al caminar, desde el cielo una señal nos guía
mostrándonos las trochas por donde debemos pasar.
Después de los primeros
pasos, todo va quedando atrás; nuestros problemas y angustias, nuestras penas y
demás.
El paisaje es un alivio, a
nuestros ojos les da paz, descansa mi cuerpo con las caricias del aire puro al respirar.
Así se van pasando los
días, unas veces son difíciles, no quisiera caminar, pero ya en el camino, mis
pies empiezan a andar. Si me salgo del camino, me podría extraviar.
Mi mente hoy está tranquila,
mi cuerpo muy sano está, no hay miedos que me dominen, nado en el mar de la tranquilidad.
Cuesta arriba y ritmo lento,
mis pulmones se adaptan a la ansiedad, mis pies de plomo se mueven ligeros, mis
oídos escuchan las aves volar, de pronto se oye el rugido del viento, mi corazón
se acelera queriendo llegar.
Los pasos del otro atrás
titubean, la cuesta se empina impidiendo avanzar, la senda se angosta mis pasos
son lentos, me aferro a las rocas en el tramo final.
La montaña corono cual
noble guerrero, mirando no encuentro a mis compañeros, se han agotado, se
quedaron atrás, cada uno a su ritmo avanza ligero, disfrutando el paisaje y su soledad.
Bueno es el camino con el
caminante, el bosque espeso refresca mi andar, al observar su belleza en el
horizonte, todo bajo el cielo chispea creatividad.
El valle lo cruzan dos ríos
ligeros, al fondo se observa su bello caudal, huellas de gaviotas en la arena caliente,
senderos formados por árboles gigantes, absorben la luz del sol matinal.
Las sombras anuncian, la
hora de llegar.
JoseFercho ZamPer
Un excelente trabajo, el conjunto de sonidos al compás de los pasos invitan a seguir en esta locura, que todo lo cura.
ResponderBorrarHermoso el poema y el video cautivan y motivaa a seguir caminando
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